lunes, 9 de abril de 2007

Un caso curioso

Desde 1953 hasta 1976 se dirigieron microondas de baja intensidad al edificio de la Embajada de Estados Unidos en Moscú. Lilienfeld y col. [*] llevaron a cabo un exhaustivo examen del estado de la salud de 1.827 empleados del Servicio de Exteriores que habían estado asignados para trabajar en la embajada (y sus subalternos). Su estado de salud se comparó con 2.561 trabajadores del Servicio de Exteriores asignados a otras embajadas de Europa del Este (y sus subalternos). Las medidas en varias áreas expuestas de la Embajada de Moscú realizadas en tres periodos indicaban que la exposición máxima era de 0,015 mW/cm^2 (de 0,5 a 9 GHz) durante 18 horas al día. Durante la mayor parte del tiempo de exposición el nivel máximo era inferior. Se dijo que las embajadas del grupo de control tenían un nivel de fondo.

Lilienfeld y col. [*] no hallaron evidencias de que individuos en el grupo de Moscú experimentara una mayor mortalidad por ninguna causa, o una mayor mortalidad por cáncer en general o por cualquier subtipo de cáncer. Aunque este estudio estaba bien diseñado, el relativamente pequeño tamaño de la cohorte y el corto periodo de seguimiento limitaba su potencia estadística. La potencia de este estudio también está limitada por los extremadamente bajos niveles de energía en radiofrecuencias, aunque debe señalarse que son superiores a los que se puede encontrar cerca de la mayoría de las antenas de estaciones base. El estudio concluyó que:

"El personal que trabaja en la Embajada de Estados Unidos en Moscú no sufre ninguna enfermedad como consecuencia de las microondas dirigidas al Consulado."


*A.M. Lilienfeld y col.: Foreign Service Health Status Study - Evaluation of Health Status of Foreign Service and Other Employees from Selected Eastern European Posts. Final Report, Contract No. 6025-619073, United States Department of Health, Washington, D.C., 1978.

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